Los sistemas de fachada ventilada permiten corregir desalineaciones y errores de verticalidad existentes en el edificio.
Además, ofrecen la posibilidad de crear nuevos volúmenes para cumplir con requerimientos arquitectónicos específicos. Esta versatilidad no solo mejora la estética y funcionalidad del edificio, sino que también proporciona soluciones eficaces para problemas estructurales y estéticos previamente identificados.